Después de una alegría, dicen que viene una pena… pero mas que una pena quisiera compartir un mal rato que pasamos en nuestra biblioteca con mi colega, el Lunes 28 llovió en la quinta región, yo no me encontraba ese día en la biblioteca, tenia permiso, y mi colega tuvo que salvar como, cuan guardián de la bahía, a nuestras herramientas de trabajo… los libros.
Cuando llegue el día martes, me paso las llaves de la biblioteca y entre, mire y me encontré con lo que verán en las imágenes… que triste no? (no me pregunten por que se mojaron... mejor no contestar... cosas de la vida, nada mas puedo decir)
Pero el punto de mostrarles lo que nos paso, es dejar en el tapete que hacemos cuando pasa esto? Cual es el procedimiento para “salvar” al libro.
Les diré que salvamos varios y otros sencillamente se murieron… pero les dejo mi inquietud que ojala mas de alguno conteste.
Se despide Bibliotekaro.
Les diré que salvamos varios y otros sencillamente se murieron… pero les dejo mi inquietud que ojala mas de alguno conteste.
Se despide Bibliotekaro.
1 comentario:
No sabes cuanto lo siento y cuanto te entiendo. Trabajando en una biblioteca escolar he desarrollado una habilidad increíble para salvar libros con jugo, yoghurt y todo tipo de líquidos incorporados, este entrenamiento me sirvió cuando una mañana amanecí con todo el primer piso de mi casa inundado (gentileza de la lavadora que pensó que era necesario lavar la casa entera), terminé planchando una a una las hojas de la enciclopedia del bisabuelo de mi marido que decoraba la parte inferior de la mesa del living y gastando como 5 rollos de toalla de papel que ponía entre página y página. Paciencia y amor por la palabra impresa es todo lo que se necesita.
Saludos
Milú
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