Por: Ángel F. Galindo
Se deben analizar las opciones, para elegir la que más se ajuste a sus intereses y necesidades.
Además de la función básica de ayudar al estudiante a conocer el significado de las palabras, un buen diccionario es también una manera de acceder a la riqueza y complejidad de nuestro idioma.
"Es un continuo repertorio de sorpresas lingüísticas, un conglomerado de enigmas para despertar la curiosidad o el juego de las relaciones entre el lenguaje. Los buenos diccionarios ayudan al estudiante a salir de la reducida habla del argot o del vulgarismo que se ha convertido en muletilla cotidiana", dice Fernando Vásquez Rodríguez, escritor, investigador y educador. (Lea más temas sobre el regreso a clases)
Así, su escogencia no es un asunto del azar, ni del afán, sino que debe responder a un análisis minucioso y a una verdadera inquietud individual.
"Depende de la necesidad del estudiante o de la institución educativa. Porque hay que advertir que existen diversos tipos de diccionarios: los de sinónimos y antónimos, los ideológicos o analógicos, los disciplinares o tesaurus, los de uso del español, los etimológicos", dice Vásquez, director de la maestría en Docencia de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de La Salle.
En concepto de Teresita Hurtado Gamboa, Editora de Panamericana Editorial, en la compra del diccionario se deben tener en cuenta tres cosas (una relacionada con la otra): uso, forma y contenido.
"Uso se refiere a hacerse la pregunta de ¿por qué se necesita?, si será de consulta en casa o más bien en el trabajo, colegio u oficina. Entonces, podremos pasar a la forma: si es de consulta en casa puede ser de gran formato, no importará su peso (pues no tendrá que cargarlo); si es para llevar se debe considerar si será en una maleta de viaje (o una escolar), para mirar la encuadernación y que no sufra daños".
Si es la primera vez que compra un diccionario, revise que tenga una introducción que le diga cómo usarlo, de qué forma está hecho y qué tipo de vocabulario (pues no todos los tienen las mismas palabras o la misma información anexa).
Otro aspecto importante es que sea apropiado para cada tipo de estudiante, ya que cada palabra puede ser utilizada en diferentes contextos, y solo aquellos con suficientes definiciones pueden cubrir el gran rango de posibilidades que la vida académica puede exigir.
"Teniendo en cuenta esto, un diccionario básico no sería el más apropiado para un estudiante universitario y uno especializado podría generar confusión en un nivel educativo más básico", afirma Andrés Pedreros, docente de español e inglés, profesor asistente de español como lengua extranjera en la escuela de Chingford Waltham, Londres (Inglaterra).
Debe pensar también en temas como sello editorial, función o utilidad e incluso en su salud visual. Por ejemplo, si tiene dificultad para ver de cerca, una tipografía pequeña no le sirve; y tenga cuidado con el papel en el que está hecho, pues unos tienen mala vejez o no absorben bien la tinta y se corren o se borran con el tiempo y el uso, o se esponjan con la humedad, etc.
Otros consejos clave
Es importante en un diccionario:
- Si es escolar, que se encuentren sufijos y prefijos.
- Que esté acompañado de información gramatical y ortográfica por cada palabra tiene un valor agregado, ya que permitirá saber usar esa palabra en un texto. Esta información por lo general es género, cómo se hace el plural, si es un verbo transitivo o no, si es irregular, si la palabra es importada de otros idiomas. Algunos diccionarios incluso incluyen las variables ortográficas permitidas por la Real Academia. Siempre más información será mejor.
- Evitar diccionarios que abusen de la autoreferencia, es decir, que la definición de una palabra remite a otra que, a su vez remite a otra y así; con frases como 'perteneciente a...', 'relativo a...', 'dícese de...'. Jamás se debe comprar este tipo de diccionarios para fines didácticos o de uso en el aula.
- Ejemplos de uso: Algunos diccionarios, después de la definición ponen un ejemplo de una oración en la que se use la palabra y la explicación. Esto ayuda mucho a entender el significado tanto a niños como adultos.
- Etimologías: Las palabras tienen una historia que está directamente relacionada con su significado. Las etimologías le permiten al lector identificar dicha historia y relacionarla con otras palabras.
- Apéndices: Para uno de español es mucho mejor que esta información se trate sobre normas ortográficas, aspectos de la morfología o la sintaxis española o vocabulario nuevo sobre algún aspecto de la vida moderna (palabras de uso en la tecnología, íconos, signos, símbolos, señales, entre otros).
- Ejercicios con el diccionario: Algunos traen juegos sugeridos que involucran la búsqueda de palabras. Esto siempre es de ayuda para motivar a los niños en el uso del diccionario.
Fuente: Teresita Hurtado Gamboa, editora Panamericana Editorial.
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