Una maravillosa historia para comenzar a celebrar el Dia del Libro.
Buenos Aires, 7 de mayo de 2000 (Télam-UNICEF).- Una anécdota que se escuchó en el
sexto Congreso Internacional de Promoción de la Lectura y el Libro ilustró la decisiva importancia que tiene la actitud de algunos adultos, por ejemplo los padres, en el inicio como lectores de los niños.
Sucedió en un jardín de infantes mendocino, cuando la maestra de la sala de
cinco años presentó a los niños el libro que les iba a leer y Félix dijo entusiasmado: "yo lo tengo, mi papá me lo lee todas las noches".
Pero a medida que pasaban las páginas y crecía la historia, el niño interrumpía la
lectura asegurando que el cuento que conocía por su papá no era como lo contaba su maestra.
Después de varias interrupciones, la docente arriesgó: "tu papá te leerá otro libro". Pero Félix respondió muy seguro: "no, es el mismo". Más tarde, la maestra habló con el padre, quien confirmó que, efectivamente, tenían el mismo libro en la casa y que se lo leía todas las noches.
Y el hombre agregó, entre sonrojado y sonriente, que él no sabía leer y que eso le había significado tantos problemas en la vida que no quería que a Felix le pasara lo mismo.
Así que inventó y memorizó una historia que "leía" todas las noches a su hijo con el libro en la mano, para que el pequeño no se diera cuenta que no sabía leer.
La maestra lo felicitó por su decisión de leer a su hijo y le confirmó que seguramente gracias a eso Félix hablaba, comprendía y se interesaba por los libros y la lectura como pocos.
La anécdota fue contada por María Inés Bogomolny, licenciada en Ciencias de
la Educación, especialista en literatura infantil: alguien que gusta presentarse como "trabajadora de la palabra" y "contagiadora" de las ganas de leer y escribir.
"El fuerte deseo de cambiar su historia convirtió a un padre analfabeto en el primer y mejor pasador de libros para su hijo, en un modelo lector, que fue sostenido por una maestra que sabía leer en el sentido más amplio de la palabra. Sabía leer no sólo historias en los libros sino historias en la vida. Un padre que no sabía leer pero que sabía hablar, contar, imaginar y dejar huellas", rescató Bogomolny en su ponencia en el Congreso.
La historia de Félix y su papá demuestra que
"el gusto por la lectura es un aprendizaje de vida. Y si no ocurre, se instala una de las desigualdades y carencias que ponen al margen a las personas, que las llevan a caerse del mapa, a la exclusión, acompañada con el sentimiento de vergüenza, de impotencia, de rabia, como tan bien expresaba el padre de Félix".
sexto Congreso Internacional de Promoción de la Lectura y el Libro ilustró la decisiva importancia que tiene la actitud de algunos adultos, por ejemplo los padres, en el inicio como lectores de los niños.
Sucedió en un jardín de infantes mendocino, cuando la maestra de la sala de
cinco años presentó a los niños el libro que les iba a leer y Félix dijo entusiasmado: "yo lo tengo, mi papá me lo lee todas las noches".
Pero a medida que pasaban las páginas y crecía la historia, el niño interrumpía la
lectura asegurando que el cuento que conocía por su papá no era como lo contaba su maestra.
Después de varias interrupciones, la docente arriesgó: "tu papá te leerá otro libro". Pero Félix respondió muy seguro: "no, es el mismo". Más tarde, la maestra habló con el padre, quien confirmó que, efectivamente, tenían el mismo libro en la casa y que se lo leía todas las noches.
Y el hombre agregó, entre sonrojado y sonriente, que él no sabía leer y que eso le había significado tantos problemas en la vida que no quería que a Felix le pasara lo mismo.
Así que inventó y memorizó una historia que "leía" todas las noches a su hijo con el libro en la mano, para que el pequeño no se diera cuenta que no sabía leer.
La maestra lo felicitó por su decisión de leer a su hijo y le confirmó que seguramente gracias a eso Félix hablaba, comprendía y se interesaba por los libros y la lectura como pocos.
La anécdota fue contada por María Inés Bogomolny, licenciada en Ciencias de
la Educación, especialista en literatura infantil: alguien que gusta presentarse como "trabajadora de la palabra" y "contagiadora" de las ganas de leer y escribir.
"El fuerte deseo de cambiar su historia convirtió a un padre analfabeto en el primer y mejor pasador de libros para su hijo, en un modelo lector, que fue sostenido por una maestra que sabía leer en el sentido más amplio de la palabra. Sabía leer no sólo historias en los libros sino historias en la vida. Un padre que no sabía leer pero que sabía hablar, contar, imaginar y dejar huellas", rescató Bogomolny en su ponencia en el Congreso.
La historia de Félix y su papá demuestra que
"el gusto por la lectura es un aprendizaje de vida. Y si no ocurre, se instala una de las desigualdades y carencias que ponen al margen a las personas, que las llevan a caerse del mapa, a la exclusión, acompañada con el sentimiento de vergüenza, de impotencia, de rabia, como tan bien expresaba el padre de Félix".
1 comentario:
Fantastica historia, la voy a ocupar para dar marco a este día del libro 2013, lo bueno hay que copiarlo...
Saludos desde la Escuela Andes del Sur
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